domingo, 1 de agosto de 2010

FUERA MACRI

Un aparato de la dictadura que debe ser disuelto


Escribe: Marcelo Parrilli

Legislador porteño

MST Nueva Izquierda

El escándalo de las escuchas llevadas adelante por Mauricio Macri, Ciro James y el “Fino” Palacios no es más que el resultado directo de lo que es la Policía Metropolitana de Macri. Este aparato de seguridad que, lamentablemente, se creó gracias a los votos de muchos de los bloques opositores que hoy existen en la Legislatura de la Ciudad -entre ellos el kirchnerismo y el Partido Socialista- está muy lejos de ser una policía nueva, comunitaria, de proximidad con los vecinos, como declaman el jefe de gobierno y su ministro de Justicia y Seguridad Guillermo Montenegro.
Como reiteradamente hemos venido señalando, su cúpula se compone de manera casi exclusiva con personal proveniente de la Policía Federal Argentina con directa participación en la represión durante la dictadura militar. Esto surge con toda claridad de los legajos del personal que hoy ocupa la conducción de esa fuerza, y que hemos podido ver junto con otros legisladores que integran la comisión especial de seguimiento de esos nombramientos.
Es evidente que cuando Macri dijo que para formar la Metropolitana había consultado con la CIA, la DEA y el Mossad, no mintió. Hoy son los ex integrantes de los grupos de tareas de Videla, Massera y Agosti quienes conducen su “nueva” policía desde la central ubicada en Barracas. Macri y el PRO están dispuestos a sostener a los genocidas del «proceso» contra viento y marea. Así quedó demostrado días pasados, cuando el ministro Montenegro llamó al programa A Dos Voces para intentar rebatirnos la denuncia que reiterábamos contra el represor Ricardo Raúl Ferrón por su actuación contra el CELS en 1981. Montenegro no sólo defendía a Ferrón, sino a toda la cúpula mafiosa de la Metropolitana y la política de seguridad de Macri, que busca dotarse de un aparato direccionado a la represión política y social.
Por eso venimos insistiendo en que la Metropolitana debe ser disuelta y esta es una batalla política a dar junto a todos los sectores democráticos. En ese sentido nos parece un avance el planteo del diputado nacional Claudio Lozano (Proyecto Sur), al señalar públicamente que «es imprescindible desarmar la Policía Metropolitana desplazando a toda la cúpula». Creemos que sería un paso adelante hacia la conformación de una fuerza de seguridad totalmente nueva, distinta, democrática, cuya constitución debe ser discutida por todos los sectores de la sociedad, organizaciones de derechos humanos, de trabajadores, estudiantiles y sociales, garantizando además un sistema de control popular constante sobre la misma.


http://www.youtube.com/watch?v=BG4GJgfzpuU&feature=player_embedded


Macri se tiene que ir

Procesado por asociación ilícita por las escuchas ilegales, Mauricio Macri y su gobierno atraviesan una crisis inédita. Por ser el responsable del espionaje y de armar la Metropolitana con represores de la dictadura, en mayo nuestro diputado Marcelo Parrilli presentó el proyecto de juicio político para destituirlo. En la sesión del 20 de julio, el PRO bloqueó todas las propuestas opositoras: la de Parrilli, la de pedir que Macri se tome licencia, la interpelación, la de formar una comisión investigadora y hasta la de pedir una copia de la causa penal…
Al otro día, en una voltereta sorpresiva fruto de su crisis, Macri aceptó ir a juicio político. El proyecto del PRO, totalmente distinto al de Parrilli, se limita al tema de las escuchas. Aprovechando una leve ventaja como primera minoría, Macri quiere que la Legislatura lo “enjuicie” pero que no llegue a acusarlo. Ahora, como le es difícil juntar suficientes votos para iniciar el juicio político, crecen las chances de la comisión investigadora que impulsa la oposición. Sin descartar alguna nueva maniobra macrista, en principio ambas opciones se volverán a tratar el 12 de agosto.


Debates ante la crisis
El primer debate que surge frente a la grave crisis política porteña es si Mauricio Macri debe irse o no de su cargo de jefe de gobierno. Para nosotros categóricamente sí y por dos hechos fundamentales.
Como dijo Parrilli, “el primero es el haber conformado la cúpula de la Metropolitana con elementos provenientes de la dictadura, centralmente de la Federal y su Superin- tendencia de Seguridad. La integración de ese cuerpo, en el que cuatro de cada cinco jefes provienen de esa etapa y otros se vieron involucrados en la represión de diciembre de 2001, es un grave supuesto de mal desempeño del cargo.”
De ese problema central, que desde que Macri nombró al “Fino” Palacios como capo policial desató un escándalo tras otro, se desprende la consecuencia que generó el procesamiento iniciado por el juez Norberto Oyarbide y luego ratificado por la Cámara Federal. Más allá de que Néstor Kirchner actúe de fogonero por interés político, lo cierto es que Macri montó un aparato ilegal destinado a hacer “inteligencia”. No es un hecho menor: utilizó al propio Estado para hacer espionaje a funcionarios, diputados opositores y hasta su ex cuñado. ¿Qué derechos y garantías puede haber con semejante jefe de gobierno y su policía?
Estos hechos van más allá de tal o cual postura ideológica. Que 42 de los 52 jefes de la Metropolitana provengan de la dictadura niega la idoneidad democrática más elemental para dirigir el cuidado de la seguridad pública. Además, es la primera vez en la historia de la Ciudad que un jefe de gobierno está bajo procesamiento por delitos tan graves. Macri inexorablemente marcha hacia un juicio oral y público junto al represor Palacios y el espía Ciro James, ambos designados por él. Por ambas razones, debe irse cuanto antes.

Todo para que se vaya
La posibilidad de desplazar del poder a un gobernante ilegítimo, como lo es en este caso el ingeniero Macri, no depende sólo de factores superestructurales sino esencialmente del grado de movilización popular.
Por eso el MST-Nueva Izquierda, desde hace varios meses, viene desarrollando una campaña de agitación política para que los trabajadores, los estudiantes y en general los vecinos de la Ciudad se informen, intervengan en la crisis y se movilicen para lograr que se vaya Macri. Miles de volantes, dos series de afiches, pintadas, charlas en todos nuestros locales, mesas de difusión y marchas contra la Metropolitana y contra Macri son las acciones concretas de esa campaña.
En ese marco de impulsar la participación y la movilización, el proyecto legislativo de nuestro diputado es un instrumento más al servicio del mismo objetivo: echar a Macri. Y por eso el de Parrilli difiere por completo del ridículo proyecto que presentó el PRO, acorralado por la situación y a los apurones, que no busca acusar a su jefe sino salvarlo. Se equivocan por completo quienes pretenden igualar uno y otro.
Nosotros apostamos a que un proceso de juicio político, en medio de la propia dinámica de la crisis, combinada con la intervención popular, abra camino a la destitución. No sería la primera vez que ocurre. Y lejos estaría cantado de antemano el resultado, menos aún con el rejunte decreciente que es el bloque macrista.

El rol de la oposición
Los bloques de la oposición cuyos diputados acompañaron el proyecto de Parrilli de juicio político cuando el PRO lo rechazaba, ahora ante la jugada de Macri han variado su posición. El kirchnerismo especula políticamente, apostando a un desgaste lento de Macri pero sosteniéndolo en su cargo. Por su parte, tanto Elisa Carrió como Aníbal Ibarra también han salido a decir que debe seguir gobernando. Aunque lo critiquen, todos ellos defienden la continuidad de Macri en su sillón.
En cuanto a los compañeros de Proyecto Sur, si bien existe una divergencia táctica, compartimos el mismo objetivo de que Macri tiene que irse. Aspiramos a unir fuerzas en la movilización para avanzar en ese sentido. De todos modos, estamos convencidos que una comisión investigadora coherente tarde o temprano debe desembocar en un juicio político.
El problema, junto con definir si hay juicio político o una comisión investigadora, es si en la Legislatura la oposición va a seguirle aprobando a Macri herramientas para gobernar alegremente como si nada pasara o si en cambio no debe votarle ninguna ley más hasta obligarlo a que se vaya. Así lo dijo claramente nuestro diputado al cerrar su intervención en la sesión especial del 20 de julio: «Ahora nos están diciendo que quieren 600 millones de endeudamiento para AUSA y que quieren manotear el dinero de la venta de los inmuebles de Catalinas para aplicarlo a fines que no estaban previstos en la ley. No tenemos que votar esas leyes; no tenemos que votar absolutamente ningún proyecto que plantee el Poder Ejecutivo ni el oficialismo hasta que Mauricio Macri se tome licencia y avancemos en el juicio político.”

Movilizar en unidad contra Macri
Por encima de las maniobras desesperadas de Macri y el PRO, y por encima de los zigzagueos de gran parte de la oposición que tantas veces les fue funcional, desde el MST-Nueva Izquierda queremos hacer un llamamiento a todo el pueblo trabajador y a la juventud porteña.
La crisis política que hoy sufre la Ciudad de Buenos Aires tiene un responsable principal: Mauricio Macri. El mismo que por cuestiones de dinero está peleado hasta con su padre. El mismo que mandó a su vicejefa de diputada nacional por mezquina conveniencia política. El mismo que por gestión pública entiende los negocios privados.
A los organismos de derechos humanos; a los docentes, trabajadores de la salud, judiciales y demás compañeros municipales; a la CTA; a la FUBA y los centros de estudiantes universitarios y secundarios; a las organizaciones de desocupados, de inquilinos, a los movimientos sociales; a los partidos de izquierda y a todos los sectores democráticos de la Ciudad los convocamos a coordinar acciones unitarias para poner en marcha la cuenta regresiva de Mauricio Macri y de su gobierno de ajuste, espionaje y represión.

Es ley el matrimonio para todas y todos

El 15 de julio a la madrugada, por 33 votos a 27, el Senado finalmente aprobó el matrimonio igualitario. Este triunfo significa un empuje a la lucha por otros derechos democráticos pendientes.
Una a una fueron derrotadas todas las maniobras que se habían montado, como la trampa de plebiscitar derechos que son básicos, la amenaza de no dar quórum, la variante discriminatoria de la unión civil o los cambios de última hora al texto original.
Nada de eso sirvió. Ganó la firmeza de la movilización convocada por la Federación Argentina LGBT en la Plaza Congreso, que fue respaldada por muchas organizaciones populares, entre ellas el MST y nuestras agrupaciones de diversidad sexual, donde durante horas y a pesar del frío, miles y miles hicimos el aguante hasta que salió la ley. Esa concentración unitaria fue la culminación de una larga pelea, a nivel nacional, jalonada por marchas, actos, festivales y múltiples iniciativas.
Ganó la convicción democrática que fue creciendo poco a poco en el conjunto de la población del país, notoriamente mayor entre los jóvenes pero generalizada, de que esta ley no perjudicaba a nadie sino que era un derecho concreto que se les debía reconocer a los sectores de la diversidad sexual.


Los perdedores y los oportunistas
El debate sobre la ley, que incluye la posibilidad de adoptar, cruzó a toda la sociedad argentina. Hubo dos sectores que salieron al choque… y perdieron.
El más jugado contra el matrimonio igualitario fue la cúpula de la Iglesia Católica, con varios obispos y monseñor Bergoglio a la cabeza. Utilizaron todo su aparato, en especial de los colegios religiosos, al servicio de movilizar contra la ley. Junto a sectores evangelistas, defendieron argumentos insultantes y anticientí-ficos contra las personas LGBT. Hablaron de lo antinatural, de enfermedad y de aberración e inclusive amenazaron con el infierno… pero terminaron quemados.
El otro sector, más vergonzante, fue el de la vieja política. Una de sus principales voceras fue la cavernícola senadora puntana, Liliana Negre de Alonso, del PJ disidente. Terminó llorando. Junto a ella, muchos senadores de la UCR, del PJ, de los partidos provinciales y del bloque K también votaron en contra de la ley. Y no olvidemos a Elisa Carrió, que alentó la unión civil. Todos ellos quedaron en la lona.
Párrafo aparte merece el oportunismo kirchnerista. Los K se habían negado a aprobar la ley cuando tenían mayoría las dos cámaras. Cristina, fruto de su visita al Papa en noviembre de 2009, dio la orden de cajonearla. Si ahora se montó sobre esta ley y la promulgó en tiempo récord, es porque no tuvo otra que reacomo-darse ante la opinión pública buscando rédito político. Tan obvia era la movida K de subirse de apuro, que en la sesión el senador oficialista Piche-tto debió reconocer «este proyecto no es nuestro».

Por los derechos que faltan
Este logro trascendente que es la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, que ningún supuesto «objetor de conciencia» podrá impedir, potencia otros reclamos democráticos y civiles que todavía faltan.
Para los sectores de la diversidad sexual, la igualdad jurídica conquistada abre mejores condiciones para ir por la igualdad social y en lo inmediato por la ley de identidad de género para que las travestis y las personas trans puedan tener el debido reconocimiento legal en su DNI. También favorece la pelea por separar de una vez por todas a la Iglesia del Estado y terminar con la ingerencia eclesiástica en la educación y los subsidios públicos a las escuelas privadas.
Más globalmente, este avance fortalece la lucha por los derechos de las mujeres -que son la mayoría de la sociedad-, de la juventud y otros sectores discriminados, como los pueblos originarios, los inmigrantes, etc. Por más que Cristina y el titular del bloque K de Diputados, Agustín Rossi, digan que «no está en la agenda», la batalla principal y más urgente es por el derecho al aborto. No es posible que a esta altura de la historia, en nuestro país sigan muriendo cientos de mujeres cada año -sobre todo jóvenes y humildes-, obligadas a abortar en condiciones penosas.
La ley de matrimonio igualitario ya es un hecho irreversible en la Argentina. Es hora, entonces, de ir por más.

lunes, 21 de junio de 2010

JORNADA: plan de estudio

Desde Ahora Los Estudiantes... Reflexionamos, analizamos y transformamos nuestra carrera
DALE, SUMATE!!!
Hace muchos años se viene dando hacia adentro y hacia fuera de las aulas de nuestra facultad una constante incomodidad con respecto a algunos ejes que consolidan nuestro plan de estudios, desde el ciclo básico, pasando por el general, hasta el profesional. Son varios los puntos que ponen en contradicción el sostenimiento de una discusión que solo desemboca en comentarios de pasillo, o termina una vez finalizada la cursada. Sin embargo, poco se ha dicho de esto en los espacios que deberían ser nuestros, de estudiantes y docentes. Se ha generado una naturalización de la teoría y la práctica consecuencia, entre otras cosas, de la propia historia que ha caminado nuestro pueblo.
Si bien es innegable que nuestra carrera es reconocida a nivel nacional y mundial, que mucho se ha avanzado en la preocupación por el estatus de la misma en la UBA, poco se ha discutido sobre cuales son las realidades con las que nos encontramos mientras estudiamos, y cuales con las que nos enfrentaremos como profesionales.
Porque entendemos que es una discusión pendiente en la comunidad académica toda, estamos convencidos que es impostergable.
Lo dice el siglo XXI, las patologías de la época, el limitado campo de intervención otorgado en nuestra formación al psicoanálisis, los limites de la teoría, los obstáculos de la práctica, la historia, los nuevos niños/as, los adolescentes de hoy, las nuevas construcciones subjetivas de mujeres y hombres, los distintos sectores socio-económicos, los peligros de la institucionalización, la sobremedicación, la mercantilización de la salud, el consumo, la imagen corporal ideal, el limite de algunos métodos terapéuticos para abordar ciertas problemáticas; pero sobretodo lo venimos diciendo estudiantes, docentes y psicólogos/as.
Como futuros profesionales del campo "psi", como docentes como graduados/as que estamos atravesados por los cambios históricos de nuestra sociedad,
creemos necesario abrir espacios de discusión y reflexión sobre nuestra formación y cómo nos desempeñamos día a día, es decir de-construir y re-construir nuestro plan de estudios, los programas de cada materia, discutir si van de la mano con lo que viven cotidianamente las personas de nuestro pueblo.
Nuestro desafió será pensar en una psicología que tenga en cuenta las diferentes subjetividades que se van construyendo, según su contexto social- histórico, económico y cultural, como así también la diversidad entre géneros. Este es el inicio de un camino, el de lograr una psicología comprometida con las problemáticas por las que atraviesa su sociedad.
Desde el DALE (desde ahora los/as estudiantes) junto a docentes y graduados/as, vemos el desafío de conjugar nuestro hacer, nuestro pensar, nuestro reflexionar y nuestra acción. Por que “pensamos lo que hacemos y hacemos lo que pensamos”, creemos necesario instalar este espacio de renovación, y rediscusión colectiva de nuestra carrera.
Como estudiantes y docentes nos entendemos protagonistas, de un proceso abierto a reflexionar, discutir y proponer
Es por todo esto que convocamos a una jornada de trabajo, reflexión y análisis colectivo acerca del Plan de Estudios y sus necesarias reformas, para discutir con seriedad, compromiso, responsabilidad y coherencia qué significa esto para nosotros/as, las instituciones y nuestra historia, qué profesionales de la salud y del campo psi necesitamos. Re-construyamos nuestra carrera…hagamos historia

domingo, 20 de junio de 2010

Nuestro proyecto politico:

Formemos un nuevo equipo, de izquierda y amplio


Los candidatos patronales no esperaron que terminara el Mundial para lanzarse a la campaña electoral. Ellos ya van definiendo sus candidatos. Sin embargo, hay un actor político que todavía no toma forma, ni pisó la cancha. Se trata del arco representado por la izquierda en su expresión más amplia. Hay que empezar ya mismo a intercambiar opiniones, debatir y hacer todos los esfuerzos posibles para conformar una alternativa a la vieja política.
Nosotros buscamos la unidad siempre. Estamos convencidos de que, allí dónde se pueda lograr, va a significar un paso adelante. No le exigimos a ninguna organización que adopte enteramente nuestro programa de fondo - vertebrado por la necesidad de una Argentina Socialista - para acceder a hacer algo en común. Semejante condicionamiento sería tan ridículo como sectario ya que siempre va a haber distintos ángulos de abordaje de la realidad y opiniones divergentes. Negar esto es como intentar tapar el sol con un dedo.
Peor aún sería ocultar el hecho de que también existen muchos puntos de contacto, bases sobre las cuales se puede edificar una propuesta común. Hay condiciones para que nos pongamos de acuerdo en 10 o 15 puntos programáticos básicos para enfrentar a las variantes del bipartidismo, por ejemplo: apoyar las luchas y las movilizaciones; recuperar los recursos naturales y energéticos del país; priorizar la utilización de los fondos públicos para mejorar la salud y la educación públicas, aumentar los salarios, combatir la desocupación y la pobreza, no pagar la deuda externa y aplicar un plan económico alternativo al servicio de los más necesitados.
La unidad entre distintas expresiones y tradiciones políticas es posible si hay voluntad de concretarla. Por eso, no nos vamos a cansar de llamar a poner de pie una alternativa política de confluencia entre distintos sectores, provenientes del nacionalismo popular, como Proyecto Sur de Pino Solanas, De Gennaro de la CTA y los principales partidos de la izquierda, entre los que están el MST y el PO. Esperamos que haya una respuesta positiva a este llamado amplio que seguimos realizando. Nosotros tenemos la voluntad política que hacerlo realidad. Repetimos el llamado: hagamos una fórmula única, a la izquierda del gobierno y la oposición patronal, como expresión amplia de una oposición distinta.
Los cargos no pueden ser un escollo. Se pueden elegir aprovechando las internas o acordando los nombres de manera tal de respetar la representatividad de cada fuerza.
Si logramos la unidad, sería un paso muy positivo para dar la pelea político electoral y conformar un polo fuerte, de atracción política para los que rompen con lo viejo y los sectores independientes. Sería movilizador para muchos luchadores y activistas que se mantienen distantes; sin hacer nada, desmotivados ante las divisiones y la atomización existente que dificulta enfrentar a los representantes de la vieja política en la expresión que adopten.
Habría una postulación distinta en serio. Ya no estarían en disputa sólo las variantes patronales entre sí: Kirchner (Frente Para la Victoria) vs. Macri (PRO) o Carrió (Coalición Cívica) o Alfonsín (UCR) o Cobos o Duhalde o De Narváez (Peronismo Federal) o quien fuera. Ellos no tienen diferencias de fondo.
Por supuesto, en la disputa electoral van a intentar aparecer como diametralmente opuestos, pero no lo son. Ellos se unifican en la voluntad de pagar la deuda externa, mantener relaciones con el FMI, los organismos internacionales y fortalecer al capitalismo a costa de mayores padecimientos para el pueblo.
Los partidos de la vieja política ya dieron el puntapié inicial para la disputa presidencial del 2011. Falta formar un equipo amplio de izquierda. Esa izquierda que se hace fuerte en las luchas y movilizaciones en las calles, pero presenta varias voces dispersas para pelear el voto. Nosotros nos jugamos para que salga, aunque no podamos garantizar solos que se concrete.
Mientras tanto, estamos superando los escollos legales que pusieron los Kirchner con su reforma política proscriptiva y tramposa y ya obtuvimos las legalidades que nos permiten presentarnos como partido nacional. Queremos ser parte de una alternativa amplia y fuerte. Pero sí primaran los intereses mezquinos y sectarios que van en la dirección de atomizar a la izquierda en lugar de unirla y ampliarla, igualmente vamos a dar batalla.

Desde el MST – Nueva Izquierda estamos decididos a disputar por una izquierda grande en la Argentina y por un modelo socialista para terminar con los padecimientos del capitalismo causados al pueblo trabajador.

PALESTINA

El ataque sionista a los barcos con ayuda humanitaria con destino a la Franja de Gaza y el asesinato de pacifistas indefensos, representan un capítulo más del ataque genocida de Israel a los palestinos.

Hay una primera precisión para hacer en relación al ataque sufrido por la flota humanitaria: de ninguna manera hubiera sido posible, sin el visto bueno del gobierno de Obama y los gobiernos capitalistas de Europa. Y como para muestra basta un botón, el imperialismo yanqui por boca de Hillary Clinton calificó el asalto militar como “incidente” en el contexto del derecho israelí a defenderse. Ahora, cabe preguntarse ¿defenderse de qué? Los barcos que cargaban ayuda humanitaria tenían como tripulación a legisladores, intelectuales, militantes pacifistas y periodistas. No pudo demostrarse la existencia de armas o de cualquier cosa que justificara el argumento de la “amenaza” para la seguridad de Israel. Por eso, la magnitud e impunidad salvaje del ataque movilizó a miles en todo el mundo en repudio a una nueva escalada genocida del sionismo contra el pueblo palestino.

La historia de una colonización
En 1947, gracias a los favores del imperialismo yanqui y del estalinismo, el sionismo obtuvo a partir de una resolución de la ONU, el 55 % del territorio de Palestina para un pueblo que se había instalado allí hacía pocos años y que solamente representaba algo más del 20 % de la población total. En 1948 a partir de la masacre de Deir Yassin, que produce la huida en masa de miles de palestinos, el control territorial por parte del sionismo alcanza el 60 %. En 1967 con la Guerra de Seis días, el estado de Israel pasa a controlar la totalidad del territorio e impone un régimen militar de ocupación similar al apartheid sudafricano. A partir de allí, el pueblo palestino ha sufrido un tipo de opresión único en el mundo árabe, y al mismo tiempo vienen siendo la más seria amenaza para el control geopolítico y económico del imperialismo en el Medio Oriente. Las masas palestinas protagonizaron enormes levantamientos contra la ocupación israelí y fueron sucesivamente poniendo en crisis todos los intentos del imperialismo yanqui, del estado sionista israelí y de la dirección histórica (hoy en crisis) de la OLP, encabezada por décadas por Arafat, por poner en caja el ascenso sostenido de ese pueblo heroico y ejemplar para los luchadores antiimperialistas y democráticos del mundo entero.

El terror a la revolución palestina y su efecto contagio
El ataque al barco con ayuda humanitaria generó movilizaciones inmensas en todo el mundo árabe con epicentro en Irán y Turquía. Los gobiernos capitalistas de esta región se apoyaron más de una vez en las últimas décadas en la movilización de masas para chantajear al imperialismo, pero no dudaron en reprimir a sus propios pueblos movilizados en solidaridad con la lucha palestina. Esto no quita que formalmente estos gobiernos manifiesten en declaraciones diplomáticas de protesta su repudio, que no pasan de ahí. De fondo, la cuestión es que los gobiernos capitalistas del mundo árabe, saben que un nuevo ascenso de masas en Palestina implicaría la agudización de todas las tensiones en la zona y el desarrollo de una movilización antiimperialista enorme difícilmente controlable, con consecuencias políticas insospechadas.

Gendarmes del imperialismo en dificultades
A pesar de los grandes esfuerzos de los gobiernos árabes por frenar el alza de masas, el imperialismo yanqui nunca los consideró suficiente garantía para la defensa de sus intereses en una región que aloja casi todo el petróleo que consume EE.UU. y donde viven casi 300 millones de personas sometidas por el imperialismo a través de sus gobiernos títeres.
Por eso, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, y al transformarse en el imperialismo hegemónico, los EE.UU. confiaron sus intereses en la región, armando hasta los dientes a sus dos gendarmes de privilegio: el Irán del Sha y el recientemente fundado Estado de Israel. Sin embargo, ambos casos no fueron idénticos. El Irán del Sha cayó fruto de la revolución de 1979 y por eso, quedó el Estado de Israel como punto de apoyo imperialista en la región. Este estado combina varias “cualidades” para ser el ariete yanqui en la zona: es un estado militarizado hasta los dientes; tiene como ideología oficial el sionismo, versión judaica del nazismo más abyecto por su mesianismo religioso y racista. Durante todos estos años desde su fundación en 1947, el estado sionista de Israel viene siendo la base de operaciones yanquis en la región, aunque no logró derrotar a las masas palestinas que no paran de luchar generación tras generación pese a la capitulación de su dirección histórica (la OLP, que aceptó la política de los dos estados) y las vacilaciones del Hamas.
El acuerdo para el aprovechamiento nuclear entre Brasil, Turquía e Irán, está ayudando a reconfigurar la situación geopolítica en Oriente medio. Un acuerdo similar al que deseaban los propios EE.UU., pero que queda lejos de su control, y sobre todo quita el argumento central de la presión sobre Irán: el rearme nuclear de este país. Al mismo tiempo, hoy para Obama es muy difícil ejercer el control total sobre esa zona y justificar el terrorismo del Estado de Israel, ya que el repudio mundial al sionismo y la resistencia a la cuestionada hegemonía yanqui, en medio de la crisis capitalista mundial, abre una perspectiva hacia más conflicto y choques violentos en la Franja de Gaza motorizados por la fuerza incontenible de las masas palestinas
Por la destrucción del estado racista y colonial de Israel: por un estado Palestino laico, no racista y con amplios derechos democráticos para todos sus habitantes, árabes o judíos
Nuestra corriente históricamente apoyó esta consigna levantada en su momento por la OLP (y abandonada por Arafat) y que expresa la necesidad más profunda e inmediata de las masas palestinas.
Entendemos que es una necesidad objetiva la creación de un único Estado Palestino (contra la política nefasta de los dos estados levantada por el imperialismo y aceptada en su momento por la OLP), que sea no racista y con amplios derechos para todos sus habitantes. Laico significa que no tendrá ninguna religión oficial, ni islámica, ni judía, ni cristiana. No se basará en la biblia ni en ningún texto religioso. Tendrá que ser un estado que suprima todos los privilegios, discriminaciones y persecuciones. Que garantice a todos sus habitantes iguales derechos democráticos: libertad de palabra, de elegir y ser electo para cargos públicos, igualdades económicas en materia salarial y libertad religiosa total y completa.
Para lograr este objetivo, es fundamental la movilización por el cese de la ocupación militar de Gaza y Cisjordania, el cese del bloqueo y la recuperación del territorio usurpado al pueblo Palestino. Para ello, no hay otra salida que la destrucción del estado sionista de Israel como superestructura militar, política e ideológica al servicio del exterminio palestino.
Todas las organizaciones y luchadores antiimperialistas y democráticos del mundo, tenemos que desarrollar la más amplia unidad de acción para rodear de solidaridad a las masas palestinas y exigir de gobiernos como el de los K, la ruptura total y completa de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, partiendo de anular los acuerdos de libre comercio firmados el año pasado con ese estado terrorista.

jueves, 3 de junio de 2010

JUICIO POLITICO a Macri


Escribe Marcelo Parrilli, legislador del MST Nueva Izquierda.


El martes 18, por los escándalos en la Policía Metropolitana, en la Legislatura porteña fue interpelado el ministro Montenegro. Más allá de nuestras críticas hacia él, nuestra posición es que se le debe iniciar juicio político al máximo responsable de gobierno: Mauricio Macri.


Las compañeras y compañeros lectores de Alternativa Socialista sabrán disculpar la brevedad de estas líneas, que estamos escribiendo al terminar la sesión especial de interpelación al ministro macrista de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Montenegro.
Fueron casi siete horas durante las cuales donde abundaron las chicanas de uno y otro lado, las evasivas o directamente las no respuestas del ministro y más de una provocación de diputados oficialistas del PRO, pero muy pocas posiciones de fondo. Dejando de lado las pirotecnias verbales, es evidente que los bloques de oposición atan su estrategia legislativa a lo que vaya sucediendo en los tribunales judiciales.
No es nuestro caso. Sin dejar de tomar en cuenta las circunstancias de la causa judicial, nosotros no supeditamos nuestra posición política y legislativa a lo que haga o deje de hacer tal o cual juez o tribunal. Así lo señalamos en nuestra intervención. Y por eso hemos presentado hoy mismo, antes de la sesión, el proyecto de juicio político a Macri cuyo texto reproducimos en estas mismas páginas y que lleva el Nº de Expte. 1262-D-2010.
Como lo dijimos en nuestra exposición, un juicio político es de una naturaleza totalmente distinta a un juicio penal. En esta Ciudad hubo un jefe de gobierno destituido a través de un juicio político, mientras que en la causa penal correspondiente ni siquiera fue llamado a indagatoria.
Nosotros estamos convencidos de que por encima de las decisiones cuestionables tomadas por el ministro Montenegro, la responsabilidad política fundamental por la creación, la implementación y la integración represiva de la Policía Metropolitana le cabe al ingeniero Mauricio Macri. La decisión política de Macri de poner en los máximos mandos de dicha policía, un órgano supuestamente encargado de cuidar a la población, a oficiales que actuaron en el aparato represivo y de inteligencia de la dictadura es una causa de mal desempeño en el ejercicio de sus funciones.
Con el mismo criterio de independencia en relación con la justicia, venimos afirmando que no corresponde nombrar como jefes policiales a quienes revistaron en fuerzas de represión durante el terrorismo de Estado, como lo ha hecho Macri. Si un proxeneta como el ex comisario Miguel Ángel Fausto Colombo, que cobraba coimas en prostíbulos, tuvo que ser separado de la Policía Metropolitana, ¿con qué argumento mantienen en la conducción de la Metropolitana a oficiales como Ricardo Ferrón, que actuaron en el aparato represivo y de inteligencia de la última dictadura militar? ¿Qué idoneidad, ética pública y compromiso democrático de defensa de los derechos humanos podrían tener como para premiarlos desde el Estado con un alto cargo y nada menos que en un cuerpo que se supone responsable de la seguridad ciudadana?
Por el juicio político para destituir de su cargo a Mauricio Macri como jefe de gobierno de la Ciudad, y por la disolución de la Policía Metropolitana, esa verdadera Federal II conformada con lo peor de la Federal, es que desde nuestro espacio político MST-Nueva Izquierda llamamos a todos los organismos de derechos humanos, a los centros de estudiantes, a las organizaciones democráticas y a los partidos de izquierda a iniciar desde ya mismo una gran campaña en conjunto por ambos objetivos.

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